• Médico, egresado Facultad de Medicina, UBA. 1984. Diploma de Honor.
• Actualmente adscripto a la Dirección del Hospital General de Agudos Juan A. Fernández
• Magíster en gerenciamiento y administración en sistemas y servicios de salud (U. Favaloro) y Magister en Educación para Profesionales de la Salud (MEPS), Instituto Univ., Hospital Italiano de Bs. As. (Tesis en ejecución). Especialista en Cirugía General y en Medicina del Trabajo. Especialista Universitario en: Cirugía Plástica, Medicina Legal y Salud Pública. • Antecedentes de cargos de conducción superior: Director Gestión de Pacientes en Red, Hospital Alta Complejidad en Red “El Cruce” – Dr. Néstor KIRCHNER, SAMIC. Subgerente de Gestión Estratégica del Hospital Universitario Clínicas José de San Martin. Responsable del Área de prestaciones médicas, Provincia ART. Responsable del Área de calidad y utilización, AETNA – AMSA. Jefe Dto. Interior, OSPECON. Jefe Área Metropolitana y Medicina Preventiva, OSPLAD. Jefe de Servicio, Centro de Entrenamiento en Simulación Clínica, Hospital Alta Complejidad en Red “El Cruce” Dr. Néstor KIRCHNER – S.A.M.I.C.
• Docente autorizado ESPUBA, Fac. Medicina, UBA. Prof. Facultad de Cs. Medicas, Carrera Medicina, U. Favaloro. Profesor y coordinador académico Maestría Gestión Integral Enfermería, U. Maimonides. Docente invitado U. Nac. del Litoral. Coordinador de la Diplomatura en Gestión de Organizaciones de Salud convenio AMM – COLEMEMI.
• Director del Centro de Simulación, Instituto para el Desarrollo Humano y la Salud. Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
• Vicepresidente SASIM – Sociedad Argentina de Simulación en Ciencias de la Salud y Seguridad del Paciente – SASIM.
• Premios: «Anual Científico» 1989 y 1993 y «Estimulo Anual” Investigación Científica”., 1989, Hospital «J. A. Fernández». «Anual” AADI – 1988 1989. «Anual Científico” Dr. Miguel Ángel Gómez». Soc. Arg. Pat. de Urgencia. AMA, 1997.
• Libros: Equidad y cobertura, implicancias económico – financieras de la ley 24.901. 2004; Politraumatizado, evaluación y manejo de los traumatismos sectoriales. 2004; Aspectos sobre gestión hospitalaria, reconversión de un hospital universitario. Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación. Conapris. 2005; Investigación y desarrollo de un código de buenas prácticas para los servicios de prevención. Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. 2007; Temas cirugía de grado. 2008.
¿Existirá la nueva normalidad para la humanidad?
La teoría del mundo de las tres pandemias
Nunca antes en la historia de la salud publica el término pandemia SARS COVID2 fue utilizado en la comunicación social, en los reportes médicos o en los informes técnicos sanitarios con la misma intensidad y presencia narrativa que en el lenguaje popular y en el diálogo social cotidiano.
Sin pretensiones de interpelar al término “pandemia”, desde una perspectiva de carácter epistemológico crítico o una disección lingüística – conceptual, partimos de entender a la pandemia como: “una epidemia relacionada con una enfermedad de gran difusión (contagiosa), que se extiende de manera geo territorial a muchos países (más de un continente) y con una elevada ocurrencia en los individuos de la población mundial.
Las pandemias han acompañado a la evolución del hombre a lo largo de la historia, mas allá de lo cual esta pandemia, de forma muy singular, nos hace reflexionar en una gran cantidad de otros aspectos, amenazando al mundo que supimos conocer, que creíamos que vivíamos y que aspirábamos transitar hacia el futuro.
Los procesos acelerados en la gestión del conocimiento, la inclusión y el desarrollo de las nuevas tecnologías de información y comunicación, y la celeridad de los procesos de investigación científica, amenazaron nuestra egolatría y nuestra propia autoestima como seres vivos, y nos enfrentó a una nueva realidad, de la cual muchos filósofos ya han planteado, “la condición de la condición liquida y la labilidad de la condición humana”.
A partir de estos modelos de abordaje empezamos a ensayar y proponemos instalar en la agenda del debate público y político, un marco referencial que de cuenta, que el SARS COVID, no es la única pandemia, sino por el contrario que estamos ante tres pandemias, de diferentes dimensiones, de comportamientos y atributos diferenciados, de variadas repercusiones, con impactos distintivos en los individuos y en los colectivos sociales, y que nos obliga como un mandato “socio sanitario ambiental”, a repensar la planificación normativa, estratégica y sanitaria de los sistemas y servicios de salud, desde otros lugares mas estructurales y no coyunturales; con otros parámetros y variables, reconociendo la existencia de nuevos determinantes, que van a modificar los patrones de conducta en cuanto a la respuesta social, y que como responsables de la identificación de problemas, búsqueda de soluciones y asignación de recursos, debemos estar atentos, alertas y preparados a no dejar pasar en la crisis, esta oportunidad, a partir de los aprendizajes, que como legados nos dejan las consecuencias y los impactos negativos devenidos en esta catástrofe.
Las tres pandemias que visualizamos son:
La 1ª pandemia es la enfermedad “SARS COVID2”, con sus características de alta contagiosidad, rápida difusión territorial, el modo de transmisión, el comportamiento infectologico y epidemiológico, de los cuales seguimos aprendiendo, remarcando las afirmaciones y contradicciones devenidas de la falta de evidencia contundente y confiable. Y abrimos un espacio de debate acerca de las dudas que nos genera; mas allá de abogar ni ser parte de la apología de teorías conspirativas; y el análisis acerca de conocimientos científicos anteriores, con relación a la forma en que el virus ataca a nuestro sistema inmunológico y la ecléctica respuesta y presentación clínica de los signos y síntomas; al menos deberíamos acordar que, la gran mayoría de la información suministrada tanto desde la prensa como las comunicaciones científicas han instalada muchas dudas, o por lo menos nos hace mucho ruido, sobre el origen natural o de síntesis del virus.
Como consecuencia de las decisiones y acciones de los gobiernos para la contención de la circulación del virus y los efectos negativos de la pandemia en la dimensión social, con resultados no exitosos en muchos casos, y en particular en nuestro país, identificamos y ensayamos la propuesta de las otras dos pandemias.
La 2ª pandemia es, y será aquella derivada del comportamiento individual de las personas y de la reorganización del sistema de salud. Nos referimos a las consecuencias en la salud de las personas, resultantes de la desatención o de la decisión de las personas por temor de postergar la consulta en el espectro de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT), con implicancias mayores y catastróficas. Ya sabíamos que estas patologías son las responsables de mas del 70% de las causas de enfermedad o de morir; por lo que el retraso en la prevención y en la atención determinan, por un lado una demanda contenida insatisfecha, muy difícil de estimar, que, a modo de sistema valvular a presión, incrementará la tensión social y agravará la inequidad social, sino prevemos una anticipación mediante una planificación priorizada de las acciones, un modo valvular de desagote; ya que el desenlace puede provocar una “explosión socio sanitaria”, con mucho mayor daño a mas cantidad de población, que lo registrado en ocasión al SARS COVID2; este fenómeno se ve agravado, además, por la debilidad de los sistemas de gestión de información, la falta de registros e información suficiente, confiable y disponible, acerca de la real dimensión del problema; y por ende de las necesidades para ofrecer la mejor respuesta posible. Haciendo un paralelismo desde la respuesta sanitaria; en el caso de la 1ª pandemia los procesos anticipatorios a partir de observado en el continente europeo, con relación a América, fueron facilitadores de la planificación en salud, permitiendo evitar la no saturación o desborde incontrolado. Si lo transferimos a esta 2ª pandemia, al desconocer el volumen real del problema, podría ser equivalente a la réplica de un terremoto, en el cual la gravedad de las consecuencias es mayor que durante el sismo originario.
Por último, la 3ª pandemia, que versa acerca de la afección de las personas en cuanto a la esfera de la salud mental. A diferencia de las dos anteriores, incluso poniendo en discusión conceptos tradicionales acerca de los problemas sanitarios (definición de tasa); comprendemos que esta 3ª pandemia alcanzará al 100% de la población, es decir el Universo de la población mundial fue, es o será necesario incluidos en el cálculo de la incidencia y la prevalencia
Entendemos que por causas directas relacionadas con la pandemia, síndrome post COVID2, o por causas sociales (desempleo, pérdida de la fuente de ingreso económico familiar, restricciones en la libertad individual, conflictividad interpersonal, aumento de la violencia, alteración del ritmo y modo de la escolaridad, teletrabajo, etc.), todos estamos afectados en nuestro equilibro de la salud mental; y que seguramente aquellos con factores de riesgo, mayor labilidad y menor resiliencia sienten el impacto y por ende las consecuencias son mas graves hasta criticas.
Para repensar la forma de reorganizar la respuesta sanitaria ante estas 3 pandemias nuestras líneas estratégicas propuestas son:
- Servicios Síndrome post – COVID1: en muchos países fue necesario incrementar la capacidad tecnológica instalada en los efectores sanitarios, pero además de implementar modelos de cuidados. Entre los cuales entendemos que algunos de estas acciones no deben perderse conservándose para darle continuidad especializada a los miles de pacientes con secuelas y a la vez ampliar el espectro de atención a otras patologías que por similitudes se vieran beneficiadas. Algunas de estas líneas son: a) Mantener la estructura de redes integrales con determinación de perfiles hospitalarios diferenciados en cuanto a complejidad y resolución, programando el acceso de los pacientes por complejidad creciente y el egreso por descomplejización decreciente; b) Sostener el desarrollo alcanzado en el campo de la rehabilitación precoz en ámbito hospitalario, conformando verdaderos equipos interprofesionales de cuidados integrales (fisiatría, nutrición, fonoaudiología, enfermería, trabajo social, psicología, etc.) articulando con todas las áreas de internación, pero incorporándola a los centros de atención primaria de la salud y conformando una red de apoyo basado en comunicación (telesalud) y de presencia domicilia, destinada a ofrecer cuidados seguros y eficientes; c) Incorporar de manera definitiva las herramientas que la tecnología de la comunicación brinda, a la planificación operativa de la oferta de servicios, implementado programas proactiva de búsqueda de las necesidades de la población, detección temprana de los problemas mas prevalentes; contención de las personas y reorientación eficaz de la demanda.
- Programas focalizados de alto impacto: es indispensable acciones de alto impacto, que contengan la demanda insatisfecha y a la vez ofrezcan una respuesta efectiva y oportuna, evitando la saturación del sistema de salud. Identificar los perfiles y las capacidades de los servicios y planear programas intensivos de atención, por ejemplo, concentrar, en un solo centro un numero de equipos quirúrgicos completos de todos los hospitales de una red e intervenir durante un corto tiempo a capacidad plena.
- Alerta sanitaria, hacia el futuro nos vamos a tener que enfrentar con nuevas pandemias, las que podrán comportarse de forma similar a la actual o tendrán sus propias características; las cuestiones que debemos acordar, es que lo mas importante es saber el momento en que se desenlazará ese fenómeno. A lo cual se propone crear un espacio de observación vigilante destinado a monitorear hechos riesgosos con potencial de daño y la elaboración de planes de contingencia, que anticipe a los decisores la necesidad obligada de plantear programas de acción, pero con los dispositivos y las herramientas prestablecidas.
Este desafío conceptual, el cual alcanza a toda la población mundial, nos obliga como un imperativo social, a evaluar las estrategias, los dispositivos y los modelos de cuidados con los cuales vamos a enfrentar el problema, a fin de mitigar el daño; que vislumbramos con abordajes en la formación de los recursos humanos, en los programas de identificación temprana de los casos con mayor vulnerabilidad y susceptibilidad, en la reorganización de las redes de contención y en los servicios de salud, como pilares de una reforma sanitaria.
Reforma a la cual adherimos y acompañamos; la cual consideramos impostergable; construida y reconstruida desde un pensamiento que se argumente desde la ciudadanía y sus derechos; atravesada por valores como: la equidad, la transparencia en la gestión, el rendimiento social con eficiencia técnica; la sostenibilidad económica y la sustentabilidad ambiental; que no sea un botín del oportunismo político ni de compromisos incumplidos electorales, en el que los efectores sanitarios, públicos y privados, ofrezcan servicios de calidad, seguros para la población pero también con condiciones adecuadas para la fuerza de trabajo que conforma los equipos de salud; que reconozca las diferencias culturales y regionales, que brinde oportunidad de acceso y cobertura, suficiente, oportuna, completa y pertinente; profesionalizando las competencias de los gestores, planificadores y decisores sanitarios. Donde la inclusión se de manera cierta sin selección inversa ni discriminaciones hipócritas, Reforma que se sostenga en el tiempo a partir de la cultura de la prevención y mejora continua. Reforma amplia, abarcativa, plural, democrática, participativa, interjurisdiccional, intersectorial, interprofesional, integrada e integral, que permita prepararnos para el hoy y para el mañana, en el supuesto de una nueva pandemia, la cual transitemos, seguramente con crisis, con gran ocurrencia, pero con rectoría y gobernanza, minimizando el daño a la salud, a la vida y a la calidad de vida de las personas.
¿Cuándo?: AHORA
¿Quiénes?: NOSOTROS
¿Con qué?: EXPERIENCIA – EVIDENCIA – RAZONABILIAD
¿De qué manera?: COOPERATIVA – COLABORATIVA
¿Finalidad?: VALORES SOCIO CULTURALES COMUNES
Dr. Mauro Brangold, 2021