Máster en Ciencias Administración Sistemas de Salud.
Master en Ciencias en Sistemas de Salud, Escuela de Salud Pública de México, México.
Licenciada en Economía, Facultad de Ciencias Económicas, UBA, Argentina.
Coordinadora y Docente Diplomatura Virtual “Economía de la salud y gestión sanitaria”, Facultad de Ciencias Médicas, Pontificia Universidad Católica Argentina.
Directora de ExcelGess Consultora Excelencia en Gestión de Servicios de Salud excelgess.com
Presidente del Comité de Economía de la salud de la Asociación Médica Argentina (AMA).
Docente y Coordinadora de la Diplomatura Virtual “Economía y Gestión Sanitaria”, Facultad de Ciencias Médicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA).
Ex Subsecretaria de Gerenciamiento Estratégico, Secretaría de Salud, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Ex becaria W. K Kellogg Foundation.

03-08-2021

Gestión de la pandemia

Amanda Noemí Rubilar - Columna para el Grupo PAIS

La pandemia de Covid-19, ha golpeado a una escala y provocado daños sin precedentes, el modo en que se ha propagado es exponencial por su alta trasmisibilidad y representa un desafío de múltiples dimensiones.

En lo sanitario surge la importancia del derecho a la salud como derecho humano. En la sociedad, surgen los efectos a largo plazo que causan las restricciones aplicadas a los individuos y a las familias (confinamiento); las que deben guardar equilibrio con las prioridades que son el derecho a comer y a la salud.

Desde la economía la crisis, provocada por la pandemia, tiene efecto multidimensional, e impactará en el deterioro de la salud comunitaria y en el incremento de las desigualdades —debido a la desaceleración económica mundial y sus impactos sociales, sobre todo en las poblaciones en situaciones de mayor vulnerabilidad—. En Argentina se prevé mayor contracción económica, con pérdida de empleo (Desempleo 9,6 %), el correlativo aumento de la pobreza (42 %), nuevos retos para el desarrollo sostenible y la paz social. Las consecuencias de esta pandemia exigen tomar medidas urgentes y evaluar los impactos de estas acciones. Esta realidad informa que el mundo no volverá ser el mismo después del coronavirus.

Los gobernantes luchan con la crisis a nivel nacional pero el trastorno a nivel político y económico que se ha generado puede llegar a durar por generaciones en el mundo y en Argentina en particular. La solución a las necesidades del momento debe ser acompañada de una visión y de un programa de colaboración global a nivel mundial; y en cada país de acuerdo a sus características.

La globalización se basó en una perspectiva muy centrada en lo económico, la necesidad de incrementar la eficiencia en la producción (solo determinados países producían ciertos insumos) y descuidó la dimensión social.

Así fue como al aparecer el Covid 19 faltaron insumos esenciales para el funcionamiento de los servicios de salud en el mundo; lo cual afectó la calidad y la seguridad de sus resultados; comprometiendo de este modo al recurso humano, además de sumar incertidumbre y estrés laboral. Esto demostró que al no respetar fronteras la pandemia se requiere de la cooperación internacional y también de la necesidad de creación de trabajo formal.

Debemos gestionar mejor la globalización, porque una globalización descontrolada puede provocar serios problemas, más allá de que surjan o no epidemias o pandemias. Es necesario avanzar hacia un mundo de creciente prosperidad, mayor dignidad humana en el cual todos juntos trabajemos por un futuro sostenible.

Es posible que las sociedades autocráticas puedan alcanzar buenos resultados de modo más fácil al ordenar que se cumpla cierta normativa; ejemplo de esto son los países asiáticos, a los cuales su tradición cultural los ayudó mucho. Ellos confían más en el estado y apuestan fuertemente por la vigilancia digital, y en las epidemias trabajan juntos los: epidemiólogos, virólogos, informáticos y los especialistas en macrodatos.

Pero es muy importante el trabajo de las sociedades democráticas que a su vez construyen día a día los cimientos para tener instituciones sólidas y fuertes, en las cuales se fomenta el consenso, la libertad, la independencia de los poderes, la transparencia (rendición de cuentas). Debido a que el desarrollo sostenible tiene éxito si los líderes, las empresas, la comunidad, el mundo académico y todos comprenden lo que tienen que hacer y lo hacen. Esta dinámica fluye así en ambos sentidos ascendente y descendente; y en ella es clave la confianza entre el pueblo y el gobierno frente a cualquier desafío que exista.

Mientras no aparecían las vacunas una de las estrategias más efectiva para bajar la circulación del virus ha sido la labor continua de testeo, aislamiento de la persona y la búsqueda de sus contactos estrechos (la mayor cantidad de personas posible por cada caso confirmado); no todos los países y regiones aplicaron esta estrategia por igual y los resultados que se obtuvieron marcaron claramente esas diferencias. Aquí es necesario señalar la importancia en la disponibilidad de datos, registros e información que se puede obtener por región de un país al aplicar la estrategia antes mencionada.

A lo citado precedentemente, se suma el hecho de establecer acuerdos a nivel municipal, provincial y nacional para disponer de uniformidad en el sistema de datos; estudios hechos en Estados Unidos desde la Gripe de 1918 muestran como en las regiones con buena unión política, el confinamiento de la población fue más corto y hubo menor mortalidad. En Argentina es necesario construir acuerdos entre actores responsables del tema salud en diferentes jurisdicciones (más allá de las posiciones ideológicas particulares) por la importancia del tema que los convoca. Y además teniendo en cuenta lo conveniente que es mostrar por jurisdicción los resultados alcanzados por los servicios de salud en cuanto a equidad y accesibilidad de la población. De modo de poder relacionar siempre recursos invertidos respecto de calidad y seguridad de los resultados logrados; requisito esencial atento los niveles de pobreza existentes y sobre todo para llegar a las poblaciones en situaciones de mayor vulnerabilidad que se distribuyen a lo ancho y largo de nuestra geografía.

Es hacer buena salud pública para Covid en este caso; pero también es aplicable lo mismo para obesidad, cáncer, hipertensión, diabetes, etc.; la unión política es esencial en lo que a refiere a salud de la población, porque la salud es un bien preferente.

Cuando termine la pandemia será evidente el fracaso de las instituciones y de varios gobiernos por el modo en que fue tratado el tema en el mundo. En lo referente a nuestro país los resultados se encuentran a la vista y quedaron expuestos desde marzo 2020. Si bien ha influido la consabida fragmentación y segmentación de su sistema de salud; así como su corporativismo; también quedó claro la falta de gestión y sobre todo de transparencia en el manejo de los recursos públicos; hecho objetivo que muestra la falta de eficiencia, eficacia y efectividad al momento de dar respuestas a las demandas insatisfechas de la población.

Si bien el sistema de salud de Argentina hace décadas que demanda reformas la crisis por la que atraviesa el país en particular y el mundo en general requiere que cuando se comiencen a debatir las reformas convenientes, no se privilegien los intereses personales, de sector, corporativos o económicos sobre el tema salud y el tema social.

Las organizaciones sanitarias son sistemas sociales abiertos y complejos y su conducción requiere de profesionalismo, experiencia, idoneidad, apertura, ética y humanismo, y más en un mundo con tanta incertidumbre y diversidad. Gestionar hoy en día demanda también ser creativo, innovar, aprender a desaprender, aprender a aprender, trabajar en equipos multidisciplinarios y en factores humanos.

El modelo de gestión que requieren estas organizaciones considero que apunta a la transversalidad, en el cual el eje del proceso asistencial integrado es el paciente; y el modo en el cual equipo de salud hace su trabajo (función de producción) es fluido, para garantizar calidad y seguridad en un marco de efectividad, eficiencia y eficacia en la utilización de los recursos de todo tipo; y con cero tolerancia a la corrupción. También aplicable a la atención primaria y a la cronicidad.

Es necesario estudiar los aportes que la robótica y la digitalización pueden hacer a la gestión de los servicios de salud, evitando que se disparen los costos de modo innecesario, y estimulando los desarrollos locales de sistemas informáticos integrados que garanticen la no dependencia de productos que vende el mercado y se discontinúan.

Es fundamental la evaluación de los resultados de modo permanente para publicar los avances logrados por los equipos de salud en cada una de las organizaciones sanitarias y jurisdicciones a lo largo y ancho del país en cuanto a calidad, seguridad, efectividad, eficiencia y eficacia. Esto apoyado por la investigación en sistemas de salud sirve para ir trabajando en desarrollo organizacional modifica el comportamiento organizacional para obtener mejores resultados en salud.

Es esencial trabajar en articulaciones público privadas que permitan ahorrar recursos y producir servicios de calidad y seguros. Como así también establecer estrategias de compra de insumos conjuntas para evitar pagar con sobre precio en el mercado local.

Amanda Noemí Rubilar, 2021